One Hour Photo o «Retrato de Una Obesión» (al menos así es como tradujeron el título en Argentina) es una película que tiene que ver con la fotografía. Recuerdo haberla visto cuando salió en VHS porque Robin Williams era uno de mis actores favotiros, y me llamaba la atención que hiciera un papel que no tenía nada que ver con lo humorístico.
Recuerdo de haber terminado de verla y tener una sensación extraña, un poco porque no sabía que esperar, pero lo que resultó no había sido del todo lo que esperaba (como si fuera algo cómico).
Muchísimo tiempo después, luego de iniciarme con la fotografía le pegué una vista a la peli, ya con otro ojo, y aquí vamos.
Robin Williams encarna a Sy, un empleado del local fotográfico del hipermercado al estilo Walmart de la ciudad. Trabaja hace muchos años en el mismo lugar, por lo cual conoce a casi todas las personas del pueblo, porque justamente han ido a revelar las fotos ahí. Es un especialista en revelado, y por alguna razón, ha conservado cierto interés en una familia, a la cual «sigue» desde que el hijo del matrimonio estaba en la panza.
Este es uno de los pocos casos donde la traducción del título de la película al castellano tiene más sentido que el título original (Retrato de una obsesión).
Sy no solamente ve los momentos de cada uno de ellos, sino que ve revelados todos los momentos que mandan en película. Recordemos que esto está ambientado en el año 2002, cuando las máquinas dominantes eran a rollo pero compactas, y la fotografía digital masiva estaba en pañales. Si querías tener una foto impresa, no quedaba otra que ir a revelarla (yo en ese momento tenía una Minolta).
Pues resulta ser que nuestro querido Sy es testigo de algo porque una persona va a revelar un rollo, y ahí se dispara el costado «chapita» de él. Por un momento parece que quiere hacer dar cuenta de que las cosas son buenas y mejores a los involucrados, pero luego se pasa de la raya.
De ahí en más 1 Hour Photo se convierte en un thriller psicológico casi impredecible, porque realmente no sabés qué pasa por la mente del protagonista. Robin Williams sorprendió en su momento por la versatilidad de su rol, alejadísimo de anteriores actuaciones.
La frase que me quedó de la película es en un momento cuando el encargado general del local se acerca a él por un tema, y el trata encarnecidamente de explicarle que el «azul» está desfasado «2 puntos más arriba de lo que debería ser«. Eso puede darles una idea mejor de con quién estaremos tratando.
Casi un Blog de Fotografía 