The Model (2016)

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«The Model« es una película danesa, dirigida por Mads Matthiesen acerca de una joven modelo francesa que decide aventurarse desde los interiores de Francia hacia París para comenzar su vida como modelo profesional.

La historia comienza simple, Emma (Maria Palm), alquila una habitación compartida junto con otra modelo, Zofia y se anota en una agencia de modelos. Enseguida le consiguen un trabajo para un exitoso fotógrafo francés llamado Shane White (Ed Skrein) y luego de fallar en el primer intento, se lo cruza en una salida nocturna junto con su compañera de habitación y comienzan a tener una relación. Emma comienza a aparecer en las tapas de revistas importantes como la nueva favorita, pero no todo es color de rosa y se termina complicando de un día para el otro.

La película está hablada en francés y en inglés, por lo que si te falta comprender alguno de los dos, recomiendo subtítulos. Los actores hacen un buen papel, es bastante creíble. Maria Palm es modelo y si bien Ed Skrein es el doctor malo de la película de Deadpool, es bastante creíble en las partes que tiene que hacer de fotógrafo.

La película no va a tal extremo de las cosas que uno puede imaginar, como en El Cisne Negro, pero explora adecuadamente el mundo de la moda fashion, la fotografía, y la vida y por qué no los sacrificios que debe de hacer una modelo en ciertos ambientes para llegar a su objetivo mental (o al menos lo que ella supone que es).

Me ha gustado que la ciudad no se muestre como algo totalmente mágico y brillante, parece mucho más natural como se la ve en unas tomas (la mayoría de la película está filmada en interiores). Las relaciones humanas y las reacciones que tienen entre ellos son bastante naturales.

En resumen, «The Model» es una película que tiene muchos elementos hasta se podría decir predecibles, pero están ejecutados de una forma bastante natural y creíble. En el trailer la venden como un «thriller» pero la verdad es que no lo es.

The Model (2016)

PREMIO ESTÍMULO DE FOTOGRAFÍA AYERZA 2016

Ayerza2016

La Academia Nacional de Bellas Artes convoca a fotógrafos aficionados y probesionales al «premio estímulo de fotografía Ayerza 2016» a presentar sus trabajos hasta el 12 de agosto. Las bases están en ésta página y lamentablemente pueden participar personas hasta los 40 años (se ve que los mayores de esa edad ya no necesitan estímulo).

PREMIO ESTÍMULO DE FOTOGRAFÍA AYERZA 2016

A quién sigo en Youtube

Antes que nada, perdón por la gran cantidad de tiempo entre posts. No vivo de la fotografía (aunque me encantaría), y estoy en este momento preparándome para un examen bastante complejo, lo que hace que trate de focalizarme en lo que debo.

En algunas charlas con gente de mismo interés fotográfico, más de una vez he charlado con alguien de cierta persona que tengo como referencia y mi interlocutor no tenía idea de quién le estaba hablando. Había pensado en armar un post recopilatorio de todas esas personas o canales relativos a la fotografía que sigo en Youtube, y bueno, finalmente aquí está.

Los buenos:

Photo Extremist

Si ven los videos, es un tipo joven, totalmente normal, casi despreocupado por la imagen de sí mismo. Los videos tienen poca producción y edición, filmados como cualquiera filmaría en su casa ni más ni menos, lo cual indirectamente refuerza los resultados que quiere llevar a cabo. Su motto es simple: «cualquiera con una DSLR puede ser capaz de lograr esto» y tiene razón. Últimamente no postea mucho pero sus videos por más que tienen un par de años no dejan de ser sorprendentes por los resultados finales. Y siempre explica de una forma sencilla lo que hay que hacer.

Más allá de los videos que son todos muy útiles, tiene publicado un libro que continuamente va actualizando, donde expande los contenidos explicados y trata todo un montón de otras cosas. Más que recomendados para descubrir cómo de manera no tan complicada se logran sorprendentes resultados.

Photorec Toby

Sin duda alguna, el material publicado por Photorec Toby es el que más útil me ha resultado en este tiempo. Toby es un educador que dejó de serlo en una institución para probar suerte con esto de Youtube y dedicarse 100% a su sitio y la producción propia de videos y tutoriales. No está solo, su pareja Cristina lo acompaña en todos sus videos semanales «mish mash» y siempre podemos ver cosas nuevas, desde análisis de lentes o cámaras recién salidas al mercado, o recomendaciones que van desde lo básico de cómo enfocar, usar el iso, pasando por más complejos tutoriales de LighroomPhotoshop. Es raro ver algún aspecto de la parte técnica que no haya tratado de abarcar Toby en este último tiempo. Casi cualquier cosa que haya salido relativa a la fotografía en estos últimos tres años ha sido cubierta por él, siempre desde un punto de vista humilde.

Tony & Chelsey Northrup

Bueno, aquí tenemos otra pareja de fotógrafos. En este caso ambos tienen muchísima más experiencia (en tiempo) y tienen acceso a un tipo de material mucho más costoso (digamos que es un matrimonio de alto presupuesto). A pesar de todo no son personas que se la creen y podemos ver mucho material interesante que al fotógrafo aficionado o que en sus comienzos va a interesarle. Tony es un tipo con perfil histórico bastante técnico (escribió muchos libros oficiales de productos Microsoft y Chelsey se expresa más con Photoshop y otras cosas. Igual hacen una pareja muy interesante y se complementan de manera genial. No piensen que siempre hablan de cosas caras, porque en mucho de los videos tienen en cuenta cómo hacer las cosas con herramientas gratis o libres como Gimp (que inclusive corre en Linux).

Serge Ramelli

Como él mismo se identifica, Serge es un fotógrafo francés que vive la mitad del tiempo en USA. Se especializa en fotografía de paisajes y se nota a la legua. Sus productos finales son realmente sorprendentes y tiene una técnica impecable en la cual dedica mucho tiempo a la pre y producción de sus fotografías. Cabe destacar que es uno de los pocos casos que conozco en la web que provee de sus imágenes en formato RAW para usarlas y practicar sus tutoriales, suscribiéndose a su mailing list. Lo único malo es que terminás recibiendo 2 veces por días ofertas de paquetes de cursos, tutoriales, libros y videos que probablemente no compres. Si lo tuyo es landscape photography, no dudes ni un momento en seguir lo que hace. La única pega con Serge es que usa y muestra herramientas o plugins que solamente están disponibles en Mac y por lo general no son baratas, así que más de una vez será imposible tratar de hacer lo mismo que él está mostrando en pantalla.

Dave Dugdale

Tiene tutoriales de cámaras y lentes, y da un punto de vista alternativo al fotógrafo usual, ya que Dave se dedica más que nada a videoPor ejemplo, podés estar pensando en comprarte una DSLR y en todos lados vas a ver análisis de las virtudes de la cámara, pero pocos te cuentan puntos acerca de las capacidades de filmar de ellas. Pues bien, el canal de Dave es un buen lugar a dónde ir a fijarse. Lo que no quita que publique cosas no relativas a filmaciones.

Phlearn Photoshop and Photography Tutorials

Éste es un canal orientado más que nada al software de Adobe, pero con unos tutoriales buenísimos y altamente técnicos en muchos casos. Si uno anda buscando algo que hacer en alguno de los programas como PhotoshopLighroom, probablemente sería un buen lugar donde empezar a buscar. Eso sí, son muuuuy detallados así que si para hacer algo pensado y tenés un tutorial de 45 minutos, agua y ajo.

Mike Browne

Mike es otra persona que se dedicaba a otra cosa antes de volcarse de lleno en la fotografía, se animó y ahora tiene su dominio en photographycourses.biz. Es un tipo muy humilde y con los pies en la tierra, y da gusto escucharlo (es inglés), inclusive en entrevistas. Sus tutoriales van de las cosas más básicas a más complejas, no solo en lo técnico, sino en el aspecto creativo de la fotografía como la composición y sus reglas generales.

COOPH

Este es un canal que no está identificado con una sola persona, no hay toneladas de videos pero cada vez que sale uno o un compilado de cosas, sorprende porque muchas veces partiendo de ideas muy sencillas o básicas terminamos pudiendo lograr cosas con resultados que tal vez no habríamos imaginados. Aquí no hay demasiado problema con el idioma inglés, porque muchos de los videos ni siquiera necesitan explicación, son muy visuales.

 

Mis seleccionados de arriba son los que nunca fallan. Habrá que algún otro traspié, algo que no nos interese o que no llame la atención demasiado, pero por lo general son muy consistentes con el material publicado. Hay un par de canales más a los que sigo ocasionalmente, pero son medio de cal y medio de arena. Paso a comentarlos y por qué:

Los no tan buenos:

Digital Rev TV

Estos muchachos son de Hong Kong. Tienen muy buena producción y más de una vez no tienen problema en destruir o incendiar una cámara en pantalla. Mi problema con ellos es que por un lado se nota que el conductor principal sabe de técnica y de lo que habla, pero ciertas notas o videos son hechos con un humor payaso que los aleja del profesionalismo. Cualquiera puede darse cuenta de ello con mirar 10 videos del canal seleccionados al azar. Acá uno de los video piola:

Y otro donde se van realmente de tema:

Así que como les digo, hay cosas buenas en el canal, pero en ocasiones no dejan de ser cosas poco serias o análisis de cámaras que terminan no siéndolo. Todo es material revisable

Jared Polin

Pocos fotógrafos son tan identificables como Jared Polin, con su melena al estilo MaradonaTarantini en sus mejores épocas, y su lema «Fro Knows Photo» es inconfundible. Tiene mucho material bueno, pero también mucho relleno y en sus largas RAW talk no es demasiado interesante. Al menos parece ser bastante objetivo. No soy un adicto suscriptor pero por ejemplo esta charla que da a los egresados de una escuela de fotografía me pareció sencillamente genial. Está en inglés lamentablemente pero quienes entiendan el idioma no pueden dejar de verla:

La charla es impecable, probablemente una de las más sinceras e interesantes que haya visto. Dura más de una hora y demuestra cosas de Jared que no se aprecian en sus otros videos.

SnapChick

Al principio seguía bastante a esta fotógrafa, veía todos sus videos, luego me di cuenta que evidentemente usa el gancho de ser mujer y atractiva para agarrar hits y suscriptores. Es bastante común verla en bikini comentando las novedades la semana o cosas por el estilo:

Sim embargo tiene algunos videos interesantes, aunque la mayoría aparentemente están en su website detrás de un paywall donde hay que pagar para poder verlos.


Seguramente habrán muchos otros dando vueltas por ahí, si tienen alguno para recomendarme no duden en hacerlo en los comentarios. Nos leemos.

A quién sigo en Youtube

¿Cuál cámara elijo? Una historia en 25 pasos

Hace un tiempo consulté a unos amigos que habían comenzado con esto de la fotografía un tiempo antes. Y salió la clásica pregunta ¿cuál cámara me compro? Uno de elllos me pasó una nota publicada en una revista, que si bien en ese momento no entendí del todo (por muchas especificaciones y nomenclaturas que en ese entonces desconocía o no estaba seguro de qué se trataba), sirvió para entender la idea. Ahora la releo y si bien la comprendo, la conslusión es la misma. Como decía mi profesor, «la mejor cámara es la que podés tener encima lista para usarla». Y tenía razón. Aquí pasteo la historia, que obviamente no es de mi autoría. Que la disfruten.

Carta a George

Estimado Mr. Johnston,

Gracias por su respuesta en la que trata de ayudarme en mi compra de un equipo Nikon. Su recomendación me parece desmesurada y extremadamente extraña proviniendo de alguien que se denomina experto. Para empezar los 2.450 dólares que cuesta la D700 está muy lejos de mi presupuesto, que como le indiqué es de 400 dólares, y además me parece absolutamente desproporcionada para un aficionado que acaba de empezar. Y su sugerencia para que los objetivos que compre sean un 35mm f2 y un 85mm f1,8 es extraña. ¿Estos objetivos no tienen zoom, verdad? Todos mis amigos usan objetivos zoom y son el único tipo de lentes que venden en mi tienda local. Su carta me ha dejado perplejo.

Atentamente,

George

Estimado George,

Si, tienes toda la razón y te pido disculpas. Al igual que la mayoría de los aficionados me encuentro excesivamente influenciado por mis propios hábitos y preferencias, lo que me ha llevado a una recomendación de compra claramente idiosincrática. La sugerencia de que pegues el salto desde el primer momento a una inversión de 3.195 dólares es totalmente desmesurada (buena palabra).

Me gustaría enmendarme sugiriéndote un plan de acción de 25 pasos característicos y habituales. Mi experiencia en este campo me ha demostrado que esta secuencia  generalmente es muy típica y creo que encontraras que estas nuevas recomendaciones recorren fielmente el proceso de inversión en equipo de la mayoría de los verdaderos aficionados a la fotografía.

Debo pedir disculpas de nuevo: en lo que viene a continuación he utilizado el modelo y precio de algunos equipos actuales, a pesar de que lo que voy a describir suele ser un proceso entre 3 a 5 años por que lo dichos modelos y precios variarán durante ese intervalo.

Y aunque he comentado que a grandes rasgos este proceso se compone de 25 pasos, bien podrías descubrir pasos adicionales.

Paso 1. Compra de una cámara compacta digital, básicamente porque es lo que la mayoría de los seres humanos hacen en cuanto se les ocurre que quieren una cámara de fotos. Ello precedido por aproximadamente cuatro meses de penoso y cada vez más frustrante estudio de los modelos disponibles, durante el cual desarrollaras tus habilidades para comprar pero no aprenderás nada sobre como hacer fotos. Al mismo tiempo durante ese tiempo tendrás que limitarte a hacer fotos con tu iPhone. Gradualmente vas cayendo en la cuenta de que nadie va a poder darte un consejo completamente satisfactorio sobre la adquisición de una compacta, por la sencilla razón de que hay aproximadamente 13.796 modelos en el mercado (nota: simple estimación), con docenas de ellas cayendo por el acantilado de la discontinuación al tiempo que se presentan docenas de novedades, haciendo que localizar  “la mejor cámara” sea un objetivo esquivo incluso si fueses capaz de distinguir cual es. Finalmente pierdes la paciencia y compras el modelo que te recomienda el dependiente de tu tienda más cercana, a pesar de que en los más profundos recodos de tu casi-subconsciente sospechas que su elevada confianza podría estar motivada por el hecho de que recibe una comisión extra en la venta de ese modelo ya que tiene un margen de venta superior a todos los demás y porque su jefe le está presionando para que las despache. Con impuestos incluidos solo supera en 30 dólares el límite de tu presupuesto, que era de 400 dólares. Demasiado tarde caes en la cuenta de mirar en B&H Photo, donde encuentras ese mismo modelo, con una tarjeta de memoria gratis, por 236 dólares.

Paso 2. Eres completamente feliz con tu nueva compra… durante unos dos meses y medio. A partir de ahí lentamente vas descubriendo la desquiciante lentitud del disparo, la alarmante falta de luminosidad del objetivo en su posición de máximo tele, la miserable calidad a ISOS elevados, su fragilidad y lo peculiar de su manejo en general. No obstante sigues usando la compacta durante otros 1,8 años por la obstinada determinación de “aprovechar lo que te costó”, incluso a pesar de que la odias continuamente. Aún así la llevas siempre contigo y tomas muchas instantáneas, mientras disfrutas con la fotografía.

Paso 3. Después de que la cámara deje de funcionar, completamente, durante unas carísimas vacaciones – justo cuando más la necesitabas- compras una compacta de alta gama, la Canon G10 (420 dólares).

Paso 4. Tres semanas más tarde presentan la G11. La compras (470 dólares) y vendes la G10 perdiendo 150 dólares.

Paso 5. Te das cuenta que la G10 tiene más megapíxeles que la G11; vendes la G11 (palmando 120 dólares) y compras otra G10.

Paso 6. Lees en Internet sobre las diferencias entre los sensores pequeños y los grandes, decidiendo que no estás completamente feliz con la compacta de alta gama, porque sigue siendo una compacta al fin y al cabo, y  ya has tenido más que suficiente trato con  compactas. Vendes por segunda vez la G10 perdiendo 170 dólares esta vez y compras una DSLR de iniciación por 800 dólares que incluye un zoom en el kit. Otra vez, esa pequeña voz casi enterrada en tu subconsciente menciona fugazmente que en el objetivo del kit es donde el fabricante está escatimando para lograr un precio atractivo, a pesar de que es el objetivo el que va a determinar la calidad de las imágenes. Las fotos de la réflex son mucho mejores que las de tu fallecida compacta  y estas seguro –casi- de que son mejores que las fotos de la G10/G11, la mayoría de la veces. Así que no será un objetivo tan malo.

Paso 7. Unos meses más tarde – como consecuencia de la feliz alineación de las siguientes circunstancias 1) la afortunada llegada de un dinero no esperado; 2) durante una reunión familiar el tío de tu mujer hace un comentario ridiculizando tu cámara “barata”, 3) una intensa sensación de vergüenza al tener que llevar tu cámara a un esporádico encargo fotográfico pagado durante el cual estas bastante convencido de haber visto al cliente mirando tu cámara con recelo; 4) docenas de horas visitando tiendas y 5) leer unas 340.000 palabras en Internet (de las cuales solo 1/12 parte resultaron ser de alguna utilidad) – compras una D90. Vendes tu réflex digital de iniciación por dos quintas partes de lo que pagaste por ella, pero mantienes el objetivo para la D90 (por cierto, a todo esto aun conservas tu cámara compacta. No funciona, le reparación costaría igual que comprar una cámara nueva y su valor en eBay es cercano a cero, pero por alguna razón – o mejor dicho, por alrededor de unas 400 extrañas razones – te encuentras físicamente incapaz de tirarla a la basura. Así que la tienes guardada en el armario). Nota: el armario del que hablamos aquí es un escasamente mencionado pero profundamente importante vector situado muy cerca del corazón que impulsa de la compra de equipo fotográfico.

Paso 8. Casi inmediatamente después de comprar la D90, comienzas a soñar con la D300s.

Paso 9. El aspecto del objetivo del kit colocado en la D90 queda como triste y comienzas a preguntarte si “estará sacando el máximo rendimiento al sensor”. Sucumbiendo a la “duda metafísica” y la inseguridad, compras un magnifico zoom estándar, luminoso,  todoterreno, y de gama alta. 630 dólares.

Paso 10. Como la cámara con tu nuevo zoom – el cual adoras, por cierto- te resulta tan incómoda de llevar se te cae sin querer. Solo una vez. La cámara sobrevive, pero la pantalla LCD se agrieta y, aunque no estás 100% seguro, crees que algunos de los ajustes del menú electrónico se han vuelto un poco erráticos. Esas imperfecciones te reconcomen, solo una pizca, cada vez que usas la cámara.

Paso 11. Contratas un seguro para la cámara.

Paso 12. Siguiendo tu percepción de que ningún fotógrafo serio tiene únicamente un objetivo compras un segundo objetivo para “tener cubiertas todas las distancias focales” y “complementar” el objetivo estándar: otro magnifico zoom luminoso,  todoterreno, y de gama alta, pero esta vez un teleobjetivo. 520 dólares.

Paso 13. Añades un macro; tu zoom no parece poder hacer aproximaciones demasiado bien. Otros 520 dólares.

Paso 14. Dedicas varias docenas de horas leyendo y releyendo análisis de objetivos hasta que te duelen los ojos para demostrarte a ti mismo que tu objetivo macro es lo más cercano a la perfección técnica a la que una lente puede llegar. ¡Es súper nítido! ¡Incluso en las esquinas! La pequeña voz interior que no calla menciona que a pesar de eso tus fotos macro siguen siendo una basura y que la cantidad de fotos macros colgadas en Internet se acerca al Número de Graham, y que la mayoría de ellas parecen… más o menos iguales.

Paso 15. Debido a que, por algo que no eres capaz de identificar claramente, no logras encontrar satisfactorios los resultados de tu tele zoom – no es tan bueno como con tu zoom estándar, no sabes porqué- vuelves a sumergirte en una prolongada incursión de análisis en Internet y visitas a tiendas y resurges de esa larga inmersión con la compra de un verdaderamente magnifico zoom 80-200 profesional y de apertura constante. 1.080 dólares. Regalas tu viejo zoom al hijo adolescente del tío de tu mujer el cual, tras adquirir de golpe consciencia de tu existencia, comienza a hacer unas fotos fantásticas con él.

Paso 16. Te inquieta el hecho de que cada vez dejas más a menudo la bolsa de la cámara en casa, ya que ahora tiene un tamaño y peso muy parecido a un bloque de hormigón.

Paso 17. ¡Por tu cumpleaños tu mujer te regala la D300s! ¡Bien! ¡Es el mejor regalo de cumpleaños de tu vida! Eso es amor, amor de verdad- por tu mujer, no por la cámara. Pero lo que sientes por la cámara se parece. 1.530 dólares. Venderías la D90, pero como está rota… lo mejor será repararla. Va a parar al armario.

Paso 18. La maldita jodida vocecilla comienza a murmurar, distante y casi imperceptiblemente, sobre el formato completo.

Paso 19. Llegas a la conclusión de que la fotografía macro no es tu estilo. En un débil e insignificante intento de aligerar la mochila el objetivo macro va a parar al armario junto al zoom que venía en el kit y a la compacta rota. Oye, siempre puedes sacarlo cuando lo necesites.

Paso 20. Ahora que tienes ese precioso zoom tele profesional de apertura constante tu viejo zoom estándar de gama media parece estar fuera de lugar. Así que compras un objetivo 17-55mm f/2,8 AF-S. Es realmente alucinante. Lo adoras completamente. 1.385 dólares. Vendes en Ebay el viejo zoom por 230 dólares después de gastos y envío.

Paso 21. Concluyes que estas completamente cubierto en lo que se refiere a equipo fotográfico. Totalmente cubierto. Para siempre. Nunca más volverás a necesitar más equipo. Jamás. Pero, por alguna razón, una persistente sensación de desilusión comienza a teñir tu afición por la fotografía. Durante un exquisito momento de revelación, que también te provoca un leve pánico existencial, te das cuenta de que echas de menos comprar. Te descubres recorriendo tiendas mirando cosas que sabes que no vas a comprar. De cuando en cuando revisas precios y lees análisis. Te descubres mostrando un inusual comportamiento mordaz en los foros que frecuentas. Durante uno de tus vagabundeos por Internet, en ese extraño páramo en el que comprar ya no tiene razón de ser, lees a un idiota decir lo divertido que es utilizar únicamente un pequeño objetivo de focal fija. Entonces, por puro impulso, te lanzas a por una copia del recién presentado 35mm f/1,8 (200 dólares). Con asombro ves que realmente es muy agradable – convierte a la gran D300 en una cámara sorprendentemente manejable, casi ligera. Teatrales metáforas sobre andar descalzo, melena al viento, Julie Andrews en los prados mientras que de su bocaza abierta hacia el cielo rezuman gloriosas canciones de misa. Te sientes… libre. Evidentemente no es la lente más excitante del mundo y, siendo honesto contigo mismo, es un pelín larga pero al menos ya no hace falta ir por ahí con una gran bolsa. Resulta fácil decidir cogerla de camino hacia la puerta. Para tu sorpresa vuelves a disfrutar, y mucho.

Paso 22. Cállate, vocecilla, cállate, cállate, cállate.

Tiempo total transcurrido: entre 3 y 5 años. Durante ese tiempo no has disfrutado demasiado mientras hacías fotos (recuerda ese 1,8 años que pasaste con la compacta).

Situación final: D700 y dos objetivos fijos básicos. En el armario además, ese zoom demasiado pesado para llevar por ahí (junto con otros cachivaches).

Gasto total en equipo: 9.770 dólares. Por supuesto querías vender la D300s y el zoom estándar AF-S – algún día- pero asume que olvidarás su existencia y que remolonearas hasta que llegue el momento en el futuro en que,  la cámara al menos, tengan un valor tan bajo que no valga la pena venderlos. Mientras tanto es tu… cuerpo de reserva. Cariño.

Una inversión de 3.195 dólares podría haber significado haber podido pasar esos 3-5 años completamente libre para concentrarte en hacer fotos. El gasto anual habría rondado entre 1.065 a 639 dólares a cambio de una afición muy gratificante y renovadora. Habría supuesto un ahorro de unas 400 horas de tiempo dedicado a ir de compras, 6.575 dólares y mucha angustia innecesaria sobre insignificancias.

De todas formas, George, vuelvo a pedir disculpas por recomendarte la D700 y dos objetivos fijos ahora que estás empezando. No tengo ninguna duda que querrás aprender tus propias lecciones y realizar progresos a través de una sucesión de equipo, como hacen la mayoría de los fotógrafos. En mi defensa solo puedo decir nada de esto tiene importancia, ya que nadie que me pide ayuda para comprar sigue nunca mi consejo (en serio). Pero como probablemente podrás deducir de lo relatado arriba mi recomendación inicial posiblemente no sea tan delirante como superficialmente podía parecer.

Pero… ¿400 dólares? Por favor. Nadie puede hacer nada con eso.

Cordialmente,

Mike

P.D.: si he logrado hacer los cálculos de este post correctamente habrá sido un milagro

En un post posterior el autor avisa que tanto esta carta como el propio George son ficticios; no obstante es evidente la sabiduría que contiene. En ese otro post incluye comentarios más prosaicos, pero igual de interesantes, sobre el proceso de aprendizaje y de adquisición de equipo, y concluye con tres consejos:

1. Haz todo lo posible para adquirir un equipo que de guste. Que te guste de verdad.
2. Hazle una  promesa a ti mismo: establece un plazo temporal para limitar el tiempo y el dinero que vas a perder comprando sucesivas variaciones del mismo equipo. Las mejores experiencias que he tenido con cámaras nuevas han sido aquellas en la que invertí exactamente en lo que quería y me prometía a mi mismo a usarlo durante cierto período de tiempo. Me comprometí con la M6 durante un año y la acabé usando casi tres: con la OM-4T me comprometí tres años y la usé casi cinco. Ambas experiencias fueron fantásticas, muy enfocadas en hacer fotografía en lugar de en pensar en el equipo. Es divertido comprar, pero es crucial saber parar.
3. Mientras poseas un equipo, no importa cual sea, sácale todo el jugo que puedas y disfrútalo.

Paso 23. Con el relanzamiento de tu actividad fotográfica de golpe abrazas una religión: a partir de ahora solo vas a comprar lo mejor de lo mejor, para apartar los demonios. Con la boca torcida en una mueca decidida y un sentimiento de imparable determinación compras esa D700. Nunca te lo habías planteado, no existía ninguna intención seria mientras hacías todas esas investigaciones y leías todos esos análisis. El regocijo compite con el remordimiento mientras firmas el cheque. 2.450 dólares. La vocecilla refunfuña que tu presupuesto inicial para todo este asunto era de 400 dólares, pero la acallas: al D700 ahora parece barata en comparación con la D3s y la D3x. Tu mujer está algo enfadada y herida; solo ha pasado un año y cuatro meses desde que te regaló la D300 por tu cumpleaños. Sintiéndote culpable, explicas cuidadosamente que la D300 es una excelente cámara suplementaria y que aun la necesitas y que sigue siendo el mejor regalo que te han  hecho en la vida, etc. Por supuesto esto tiene un pequeño inconveniente: como le has dicho que aun la necesitas como cámara de reserva ahora no puedes venderla para recuperar parte del coste de la D700, tal y como deberías. No ahora mismo, por lo menos. Evidentemente necesitas un objetivo y mantienes ese precioso zoom estándar. Como brillante y clarificador símbolo de tu responsabilidad financiera vendes en Ebay tu zoom macro. Recibes 380 dólares, de los que 35 dólares son para los gastos y comisiones. Ella dice, “Es tu afición. Quiero que tengas lo que tu quieras”. Después añade, “cariño” echándote una mirada como pensando si un íncubo podría haberse introducido en tu cuerpo y adueñado de tu alma.

Paso 24. Un pequeño problema con la D700: únicamente uno de tu objetivos – el enorme 80-200mm que, sin contar el macro y el zoom del kit, es el objetivo que menos has usado de todos los que tienes- sirve para esa cámara. Los demás son objetivos APS-C. Pero tu nivel de gasto ha estado descontrolado, tienes esa ligera sensación de vértigo de aquel que se ha volcado demasiado en algo, tu mujer se muestra sombría y preocupada cada vez que surge el asunto de la fotografía, has puesto cinta aislante negra sobre el “D700” de tu nueva cámara con la esperanza de que el tío de tu mujer no note el cambio y se burle de ti e incluso estás un poco preocupado sobre… bueno, no es sobre tu cordura exactamente – no estas tan mal- sino, digamos, que sobre tu antigua reputación de personal práctica y sensata. Así que, siguiendo la filosofía de “un solo objetivo” y unido a un cierto sentimiento de penitencia, compras en Ebay un modesto Nikkor AF 35mm f/2 usado por 250 dólares.

Paso 25. Aunque estas bastante feliz con el 35mm también haces retratos de bustos con el zoom 80-200mm y lo encuentras un…. bueno, desmesurado (¡perdón!). Así que te haces con un simple 85mm f/1,8 por 425 dólares. Tienes intención de reemplazar tu adorado zoom estándar APS-C por uno para formato completo, algún día; también juegas con la idea de otro macro, uno que funcione en formato completo; un zoom angular estaría bien; de vez en cuando piensas el tal o cual objetivo… pero, en realidad, las focales con las que sueles disparar casi siempre están en el rango de los habituales de un zoom estándar 35-85mm. Y las tuyas son luminosas. Y transportables. Y baratas. Además tus fotos, sin ser perfectas ni haber sido imbuidas por ninguna magia especial, empiezan a ser tan buenas como una foto puede llegar a ser y a estas alturas has aprendido, por fin, que lo que trata en fotografía es de aprender a disparar, llevar la cámara contigo, aprender a manejarla como si fuese una extensión de tu cuerpo, incrementando gradualmente la sofisticación de tu gusto mediante la observación de buenas fotos que te atraigan, aprendiendo a tener autocrítica y descubriendo tus propios pasiones visuales, sin importar el equipo que tienes.

¿Cuál cámara elijo? Una historia en 25 pasos

The Washing Machine Experience [historia de una foto preparada]

A veces uno tiene una idea girando en la cabeza de una fotografía. Tiene como la imagen final de lo que uno quiere lograr, pero muchas veces por un sinfín de razones es complicado llevarla a cabo y que eso termine siendo lo que uno quería realmente.

Bueno, lo que quería hacer era una foto del lavarropas con peluches adentro. Suena tal vez no muy interesante, pero la idea era tal vez originalmente hacerlo con 2 capas en Photoshop. Una con la foto de los peluches adentro y el lavarropas apagado, y otra sacada exactamente desde el mismo lugar con el lavado en proceso, donde se vería la cantidad de minutos y el programa iluminado en el selector, para darle ese toque realista que no sea una imagen totalmente preparada.

Así que bueno, hoy tuve un poco de tiempo a la hora del almuerzo (paro de transporte en Buenos Aires y un día más que tranquilo debido a la ausencia notable de colectivos). Me acerco al lavarropas, voy preparando el trípode y veo que no está la tarjeta SD. La busco, inserto y me pongo a tratar de encuadrar.

Problema: No me alcanzaba la distancia focal al lavarropas para que saliera entero. Trato de alejar lo más que puedo con un ángulo totalmente obtuso pero no había caso. Tengo que sacar el canasto de la ropa. Pero el trípode no entra en ese espacio (las patas estiradas). Así que ni modo, la foto la tengo que sacar a mano casi al lado de la ventana. Pero como tengo un mueble no entro, así que tengo que ir afuera para ponerme y sacar.

Bueno, voy a buscar los peluches. Los que están afueras no son suficientes para llenar el tambor así que abro armarios y canastos buscando relleno. Meto todo hasta que más o menos quede, y trato de dejar a uno para que se vea bien desde afuera, así que elijo a Pepper (un peluche de gato tuxedo bastante favorito en la casa). Las gotas de humedad dentro del lavarropas son geniales, así que trato de acomodar al peluche para que se vea bien. Lo acomodo y lo acomodo y veo que la expresión es un tanto insulsa al sacar la primera foto de encuadre. Como que no me convencía. Así que trato de que levante las manitos como apoyando en el vidrio del lado de adentro. No lo consigo. No logro que se quede bien de esa forma así que voy por más peluches para tratar de estabilizarlo un poco más.

Con más relleno sigo tratando de acomodar la posición final del peluche de foco, y luego de dar muchas vueltas termina quedando más o menos como deseo. Voy afuera, meto la mano a través de la ventana y la reja, agarro la cámara y saco la foto aproxándome contra la mesada (para evitar los problemas de pulso) y por las dudas con retardo de 2 segundos para no mover al apretar el botón. Saco varias fotos siempre tratando de llenar lo más posible el cuadro en la cámara.

Bueno, estoy creo que hecho. Agarro la tarjeta de memoria y se me cruza por la cabeza que no estoy hecho. Que me olvidé de lo que había pensado originalmente del lavarropas prendido mostrando haciendo algo para luego juntar ambas fotos. Imposible tratar de hacerlo cámara en mano (la idea original era trípode). Copio las fotos, importo las nuevas al Lightroom, estoy como 12 minutos encuadrando a mano la forma del lavarropas porque el automático me lo deja como un barrilete (sí, lamentable, casi nunca sale mal pero esta vez sí). Voy a los controles siguientes, toco los colores que me gustan, las sombras, los negros, blancos, etc. Cuando queda como deseo me ocupo de eliminar la marca del lavarropas por las dudas y finalmente me queda un producto final para mí bastante aceptable.

FailVoy haciendo zoom con la lupa viendo donde corregir puntos de gotitas y polvo / cosas a limpiar (tenía mucha razón José al decir que para hacer foto de producto hay que primero tomarse el trabajo de dejarlo lo mejor posible para después no tener que retocarlo digitalmente), y me encuentro con 2 cosas horrendas:

  • se ve mi cabeza sobre la puerta del lavarropas del lado derecho.
  • se ve el trípode que terminé no usando del lado izquierdo.
  • del lado de arriba de la puerta se ve el dispenser de agua y otras cosas que estaban sobre la mesada.

Ufff. Todo esto significaba un valiosísimo tiempo tirado a la basura. Agarré tanto Lr y Ps para tratar de eliminarme a mí o al trípode, clonando o con los diferentes brushes pero ni modo. A sacar otra foto donde no me vea.

Corro el trípode, muevo el dispenser de agua. Y me acuerdo de prender el lavarropas. Lo pongo en algo que se note (así no es la luz del algodón del medio de siempre). Saco una foto de prueba. Miro el resultado y noto 3 cosas:

  1. Se refleja un cuadro que está arriba de la mesada (lejos, pero con unos colores notorios). Recordemos que la puerta de un lavarropas es como un ojo de pez.
  2. Los puntitos de humedad tan interesantes que había sobre la parte de adentro de la puerta transparente no están mas (se secaron).
  3. Sobre los ojos del peluche que quiero en foco hay un reflejo de alguna luz que entra de afuera (que antes no estaba, pero el sol cambió de posición entre la toma anterior última y ésta).

Así que otra vez a resolver problema. Lo primero es sencillo, saco el cuadro y lo pongo bien lejos apoyado en el marco de la puerta del baño. Lo segundo no hay caso, no puedo mojar de nuevo el interior. Y lo tercero me vuelvo loco, muevo la cortina, la tapa del canasto de ropa, cartones, muevo en la línea de la abertura de la ventana, no hay caso. No puedo descular qué joraca me está produciendo ese reflejo en la puerta transparente por sobre los ojos del peluche. Lo logro amainar un poco sin saber muy bien por qué (además seguramente el sol se volvió a mover), y termino cambiando de posición al peluche como puedo (ya que lo tengo que hacer con la puerta abierta y luego como que lo aplasto al cerrarla), girándolo un poco para que no se le ponga demasiado encima.

Así que el único problema que me queda ahora es desaparecer de la foto. Pero como no tengo trípode para dejarla no puedo del todo. Saco una foto con retardo, agachándome del lado de afuera de la ventana arriesgándome a que solo el brazo se me vea. Saco unas varias y me avivo que el lavarropas está otra vez apagado. Voy corriendo de nuevo, lo prendo y pongo en el modo elegido, salgo, saco las fotos haciendo los mismos malabarismos y finalmente cuando tengo algún encuadre que me sirve voy otra vez a la PC. Me tomo otra vez un gran tiempo con la geometría del lavarropas (obvio que en 18 mm sale deformado por ser angular). Luego de algo menos de una hora podemos ver el proceso de transformación de la foto original y casi la final:

Before & AfterLuego voy un poco por Ps y saco algunas basuras y marcas de polvo de la superficie.

El resultado final se puede ver en Flickr

Como habrán apreciado. La vida del fotógrafo no es fácil. Hay que resolver muchos problemas más allá del de la luz (que siempre está). Se necesita tiempo, ensayo, preparación, y ganas de sobreponerse a lo que salga. Porque a veces, no hay forma de que nos salga lo que pensamos originalmente, pero está en nosotros que logremos lo mejor posible en base a los obstáculos (y por qué no, inclusive quedar conformes)

The Washing Machine Experience [historia de una foto preparada]

¡Hola Mundo!

Hola. Soy una persona que se aventuró en el mundo de la fotografía reflex digital en agosto del 2014. Desde entonces he tratado de absorber conocimientos como una esponja. Me gusta, me desafía.

Mi idea de esta página era compartir experiencias propias (tengo mucho que aprender todavía), e ir anotando las cosas que encuentro y aprendo y me son útiles, y me pueden servir no tan sólo a mí, sino a otras personas aventuradas en este interesante mundo.

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